Luchador incansable por el karting, era tan feliz dirigiendo una competencia como haciendo un asado para todos quienes trabajaban en la organización.
Reclus Martínez, “don Reclus” para todos, representaba la esencia de la pasión que el karting despierta.
Fue en cada fin de semana de carrera, el padre de muchos, muchos niños que hoy son padres de familia y que han brillado o brillan en el automovilismo.
Durante años dedicó gran parte de su vida a la FUK. Sus dichos; sus expresiones y su solidaridad quedarán imborrables y son siempre motivo de recuerdo entre quienes vivimos con él etapas inolvidables del karting uruguayo. En las buenas y en las malas.
Aun ya fuera del karting, jamás dejó de preguntar por la FUK; de alegrarse por los éxitos o mostrarse preocupado si fuese el caso.
“Don Reclus” dejó un sello indeleble en el Karting y ese será el eterno recuerdo a esa figura que dio todo sin pedir nada.
A su familia y amigos, el sincero abrazo de toda la familia que compone la FUK.
(FUK)